Los chakras, visión antroposófica
Rudolf Steiner hizo mención de los chakras de tradición oriental empleando el término flores de loto y dio una nueva visión antroposófica.
Hoy en día los términos orientales como reencarnación, karma o chakras se han ido introduciendo en muchas conversaciones, pero no era ese el caso hace casi un siglo cuando Steiner presentó la necesidad de abrir las flores de loto. Ni siquiera existían textos orientales traducidos hasta ese momento
Sea por la New Age, por la práctica del yoga, o por las búsquedas más o menos esotéricas que se está llevando a cabo en occidente se emplean con más frecuencia que compresión de los términos.
Visión tradicional de los Chakras
El término Chakra significa en sánscrito चक्र rueda o disco aunque se representan como flores de loto de diferente número de pétalos en un continuo girar.
Se consideran centros o vórtices energéticos del cuerpo y, por lo tanto era dónde se actuaba para la sanación.
Provienen de una tradición hindú en la que se describieron seis, posteriormente los teósofos del siglo XIX incorporaron el séptimo, el de la corona como órgano espiritual.
Visión antroposófica como flores de loto
Rudolf Steiner revolucionó la visión de los Chakras a los que denominó flores de loto o ruedas.
Consideró que el ser humano estaba en disposición de hacer girar los pétalos de las flores de loto.
Ya la mitad de los pétalos giraban de antemano por sí mismos, mientras que la otra mitad deberían ser impulsados por la consciencia del hombre contemporáneo.
Tres son las aportaciones fundamentales de la antroposofía al estudio de los chakras.
Modifica algunos de los tradicionales
Modifica algunos de los tradicionales, como por ejemplo ignorando el de los 1000 pétalos e incorporando el de los ocho pétalos que vincula al de los diez pétalos.
Los considera órganos de percepción espiritual
La antroposofía considera estas flores de loto como puertas al mundo porque posibilitan abrirse a él.
Cualquier persona dispone de estos chakras, pero con solo la mitad de sus pétalos activos. La otra mistad deberá ser despertada mediante determinados ejercicios. Se comentan en la descripción pormenorizada de cada uno de ellos. Es necesario dicha activación tras haber atravesado algún conflicto o algún trauma, dado que las flores de loto se ven claramente afectados.
Esta percepción espiritual no consiste ya en una clarividencia atávica antigua sino en una conciencia que puede trabajarse.
La atención plena de la tradición oriental que se poseía hacia la vida interna se puede trabajar mediante los seis ejercicios preliminares y la atención plena hacia el exterior se puede desarrollar mediante una buena capacidad de observar y percibir.
Relación de las tres flores de loto principales con la meditación
Rudolf Steiner identifica el aumento de conciencia mediante su trascendencia de la capacidad de pensar.
Y así relaciona:
Flor de loto de los dos pétalos, de la frente con la imaginación
Flor de loto de la garganta con dieciséis pétalos con la inspiración
Flor de loto del corazón de doce pétalos con la intuición
Las considera órganos suprasensibles
No debemos considerar estos «órganos de observación» como algo cuya representación pueda ser una imagen sensible (…) son una actividad anímica y solo existen en la medida y en el tiempo en que se ejerce actividad en el alma. Carecen de todo elemento accesible a la observación físico sensorial. (Ciencia oculta GA 13)
Lugar de encuentro nuestros diferentes cuerpos
Los considera un espacio interno de encuentro de nuestros cuerpos físico ,vital y anímico. Además si trabajamos desde la conciencia podemos añadir nuestro Yo a los tres cuerpos anteriormente mencionados.
Adelanta la llegada de nuevos flores de loto en el futuro
Rudolf Steiner describe un llamado «nuevo punto focal situado cerca del corazón» que consistirá en la unión de nuevos Chakras, con intervención de la flor de loto que menciona de ocho pétalos
Meditar con los chakras
