Conectar con la inspiración
El siguiente paso que se puede dar en la conciencia es conectar con la inspiración.
¿Qué es la inspiración?
Se trata ahora en este paso de elevación de observar como se relaciona nuestro Yo con las imágenes creadas en el paso anterior y conectar con las fuerzas espirituales que las han creado.
Tratamos de conectar con la fuente que creo las imágenes en nuestro interior.
Para eso se debe mantener un rato la actividad en la imagen creada o en la frase meditada. Se debe tener cuidado de mantener la atención, porque si esta desfallece, aunque sea lo más mínimo se cae en la conciencia cotidiana.
Observar la propia actividad
En esta paso se gira la atención desplazándola de la imagen hacia la actividad interna.
La inspiración apela al Yo de la persona
Para observar cómo impacta aquello que he imaginado en mi mundo interior, se requiere de un observador interno, que ha de ser, necesariamente, uno mismo pero ahora ya con un nivel de conciencia superior que nos puede acercar al mundo espiritual.
Meditar la propia fuerza requiere de mucha capacidad interior, bastante más que cualquier otro contenido de pensamientos.
Del dibujo al dibujar
De alguna manera es como si se dejase de prestar atención al dibujo que está pintando y se centrase uno en la actividad, el dibujar.
Y al dibujante
Y el hecho de observar ese dibujar hace que se tome conciencia de la existencia de un dibujante
La inspiración y el sonido
Si la imaginación se encuentra relacionada con el mundo visual; la inspiración tiene que ver con el campo sonoro. No tanto, en el concepto de que oigamos algo, como el poder llegar a resonar con el mundo de las esferas, del que ya habló Platón.
La inspiración es un diálogo
Se establece un diálogo con los seres creados (imaginaciones) y con las fuerzas internas que lo han hecho posible. Se establece una relación, algo que despierta las emociones y sentimientos.
Da seguridad en el camino
Rudolf Steiner previno que el camino hacia el interior no estaba exento de riesgos. Además de caer en el subconsciente, otro era el de sustituir la imaginación por la fantasías. Por ello, apeló a la inspiración como posibilidad de volver a poner tierra bajo los pies. Es decir, el hecho de volver a encontrarse con el Yo interior puede asegurar que lo que se empieza a sentir es real y no producto de la fantasía.
La inspiración puede llegar sintiendo la imaginación como una fuerza
La otra posibilidad en el camino meditativo es poder llegar a sentir la imaginación como una fuerza en si misma. En este caso el trabajo sería llevar la atención de la imagen y su contenido a la imaginación que la ha creado,
La inspiración nace de la veneración
La inspiración requiere del asombro, que permite cambiar las representaciones que ya tenemos y que determinan nuestro comportamiento y que luego se maximizará en el paso intuitivo.
Esto requiere una actitud anímica como la del niño pequeño de abrirse a lo admirable a lo superior a lo espiritual con devoción y veneración
Tomar conciencia de los sentimientos
Ahora se tienen en cuenta las emociones que aparecen cuando el Yo se vincula con las imágenes que ha sido capaz de crear.
Para eso debe vaciar la mente, solo si esta se acalla queda lugar para poder centrar la atención en las emociones y sentimientos que pueden aparecer.
Es tomar conciencia de aquello que dijo ya Viktor Frankl de que la vida no es lo que nos pasa, sino como vivimos aquello que nos ocurre.
A nivel musical la inspiración se puede considerar como el silencio entre las notas, el Wuji del Tai-Chi.
La inspiración es en tiempo presente
Cada vez hay más movimientos meditativos que tratan de traer al ser humano al momento presente y a la atención plena.
La inspiración es la relación que se mantiene en el tiempo actual con aquello que nos ocurrió, o con aquello que imaginamos. No se puede conjugar en otro tiempo, porque el sentir es en el momento presente. Tomar conciencia de este hecho evita el sufrimiento proyectivo.
El Yo que ha ido naciendo observa, no se deja arrastrar por las emociones, se mantiene ecuánime.
La inspiración fuente de los artistas
La inspiración referida a los artistas consiste en la capacidad que ellos tienen para conectarse con la fuente y para dejar que esta fluya a través suyo. Victor Hugo la relacionaba con lo espiritual. Picasso dijo que la inspiración debía pillarte trabajando. En este caso, lo adecuado sería parafraseándole declarar que la inspiración nos pille meditando.
Cinco ejercicios para la inspiración
Anna-Katharina Dehmelt propone cinco ejercicios preliminares para trabajar meditativamente la inspiración semejantes a los seis ejercicios fundamentales propuestos por Steiner. En ellos se trata de adecuar y equilibrar las tres fuerzas del alma, a saber pensar, sentir y la voluntad para hacer.
Buscar el equilibrio entre una rica vida interior y apertura para las impresiones del exterior.
Buscar el equilibrio entre la empatía y la capacidad para emitir juicios
Buscar el equilibrio entre la devoción y una autoconciencia y autoconfianza sanas
Buscar el equilibrio entre planificación e intuición
Buscar el equilibrio entre la creación de capacidades y el conocimiento