Meditar un mantra

Más allá de las pautas generales, meditar un mantra posee una serie de particularidades, que también se puede aplicar cuando se trabajan textos religiosos de cualquier libro sagrado.

Reservarse un espacio físico y un tiempo concreto

Se debe tratar de encontrar un momento de calma «Procura reservarte momentos de quietud interior y aprende entonces a discernir lo esencial de lo secundario» (GA 10).

Conviene buscar un lugar retirado y donde la calma exterior pueda favorecer esa quietud interior. Igualmente, puede ser de ayuda establecer algún ritual que nos permita crear la sensación de que vamos a detener nuestra vida cotidiana para poder dedicarnos unos minutos, como, por ejemplo, encender una vela.

Atención a la postura

Buscar una postura que permita estar el tiempo requerido de una forma cómoda, es decir sin tener que dedicarle atención a lo corporal. Al mismo tiempo, debe permitirnos el mantenernos despiertos, evitando dormirse.

Leer el mantra varias veces

Leer el mantra que vayamos a meditar, primero en nuestro idioma, luego tratar de hacerlo en su idioma original (en el caso de los antroposóficos, el alemán), para poder percibir su sonoridad.

En ellos no sólo tiene sentido cada palabra, sino también su simetría de la forma en que están distribuidas, existiendo una larga y paciente dedicación al asunto que pueda hacer que salga aquello que se encuentra en su interior hasta agotarse. (GA 284)

Ponerse delante del mantra en alemán desconociendo el idioma nos llevará a la experiencia pura, ya que veremos el texto tal y como se creó, sin poder emplear nuestra parte intelectual para pensarlo.

Se repetirá la lectura de la traducción varias veces y, si es posible, tratando de declamarlo en voz alta, pudiendo representarse la idea de que el mantra procede del mundo espiritual y que requiere de nosotros para poder llegar a la tierra.

No se trata de leer muchos mantras, sino de despertar una parte espiritual en nuestro corazón.

Crear las imágenes que trae el mantra

El camino de la meditación antroposófica se basa en trascender el pensar, dotándole de vida y haciéndole ganar tanta fuerza hasta ser capaz de crear formas de las palabras y de las frases del mantra.

Se trata de alejar la conciencia habitual, evitando la lógica comprensiva, la búsqueda de si es cierto o no y abstrayéndose del juicio de si me gusta o no me gusta….
La mayor parte de los mantras que se han recopilado presentan imágenes que no se pueden percibir mediante los sentidos;

La semilla de la verdad está en el amor

Más brillante que el sol 

La sabiduría vive en la luz

Por esto será necesario recurrir a fuerzas imaginativas para poder llevar a cabo nuestra representación del contenido del mantra. No se trata de rescatar las representaciones que trae el manta desde fuera, sino de crear las nuestras desde dentro,

Mantener silencio interno

Con la fuerza de pensamiento que se ha fortalecido mediante el ejercicio de concentración se puede mantener esa representación imaginativa como único contenido en nuestra alma. Trataremos de «flotar» con ese contenido en nuestro alma, y, manteniéndonos en ese pensar que hemos creado de forma activa nos abriremos a la contemplación.

Si aparecen pensamientos, podemos como ejercicio tratar de observar el hilo que con has llevado a ellos y tratar de tomar conciencia de como se han entretejido, descubriendo que el mundo mental está animado de vida interior propia y que con solo pensar ya quedamos situados en un mundo suprasensible lleno de vida, (Ciencia oculta GA 13) tomando conciencia de ese algo sustancial con quien nos identificamos.

Despertar las fuerzas de veneración

El siguiente paso será escuchar el mantra despertando fuerzas de veneración hacia aquello que se nos está regalando desde el mundo espiritual. Con esta actitud de devoción tratar de mantener toda intención y atención.

Es decir desarrollando una absoluta empatía con el mantra para alcanzar una resonancia de todo el pensar, sentir y voluntad. De esta forma se llega a mantener una relación viva con el mantra y con lo espiritual que vive en él, llegando a lo que Steiner llamó inspiración.

En ese momento ya no nos estamos relacionando con el mantra, ni con las imágenes que este ha hecho surgir en nosotros, sino con nuestros propios sentimientos que se han despertado.

Intuición

Se puede llegar a lograr una fusión con el mantra, la intuición, como diría San Juan de la Cruz en su Noche oscura del alma

¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado transformada!

Crear un nuevo corazón

La meditación de mantras puede ir generando un nuevo órgano etérico, a saber el corazón que debemos ir formando mediante la unión de la flor de loto de 12 pétalos y de otros chakras secundarios.

Perseverancia

Dar estos pasos nos conduce a ir profundizando en la experiencia. A meditar se aprende meditando, y este proceso que es largo atraviesa por momentos de luz, momentos de dificultad, silencio y sombra y de falsas sensaciones de haber tenido éxito. Pero la clave es la perseverancia y la constancia, es mejor meditar todos los días unos minutos que una vez a la semana una hora.

Mantenerse con el mismo mantra un tiempo

De cara a esta perseverancia es recomendable mantener el mantra un cierto periodo prolongado de incluso semanas o meses. Para ello, lo mejor sería leer los que se encuentran en esta web y escoger aquel del que tengamos la impresión que tiene algo que ver con nuestra vida. En ocasiones, algunos parecieran estar escritos para nosotros.

Tras meditarlo durante tiempo se podrá ir observando la profundidad que se alcanza y las imágenes que se pueden llegar a crear en nuestro interior.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es lotus-6340337_1280-300x200.jpg

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!