El ejercicio de control de pensamiento
Vamos a presentar el el ejercicio de control de pensamiento tal y como lo presenta Rudolf Steiner en varios de sus escritos:
Ejercicios del alma (GA 267)
Traducción propia:
La primera condición para un desarrollo espiritual es la de lograr la adquisición de un pensar totalmente claro. Conseguirlo requiere algo de tiempo cada día, al menos, cinco minutos, (si, es más, mejor) en los que uno tratará de liberarse de razonamientos confusos y hacerse dueño de sus pensamientos.
No se es señor de ellos si existen circunstancias externas, como pueden ser la profesión, alguna tradición, las condiciones sociales, incluso la pertenencia a un determinado pueblo o nacionalidad. Hasta la hora del día y determinadas actividades, pueden hacerlo girar.
Por eso se debe dedicar ese tiempo mencionado para hacer un hueco en el curso ordinario y cotidiano del pensamiento y colocar un pensamiento en el centro del alma de forma intencionada.
No hay que creer que se requiere buscar un pensamiento interesante o brillante, sino, al contrario, para comenzar se habrá de elegir uno, lo más insignificante posible para asegurarse de activar las fuerzas del pensar.
Es mejor llevar adelante este ejercicio de control del pensamiento centrándose en un alfiler que hacerlo con Napoleón.
Uno se dice a sí mismo: “Ahora parto de este pensamiento y mediante mi propia iniciativa interior encadenaré todo lo que pueda ser propiamente relacionado con esa idea-
El pensamiento debe mantener la vivacidad y colorido en el alma incluso llegando al final del plazo que uno se había marcado
Haz este ejercicio día a día durante, al menos, un mes.
Se puede ir variando de pensamiento cada día o mantenerlo un periodo más prolongado
Al final de dicho ejercicio, intente experimentar un sentimiento interno de firmeza y seguridad que podrá notarse de una forma sutil en el propia alma y llevarlo a la conciencia. Para cerrar el ejercicio se ha de llevar a la cabeza y a la espalda (cerebro y médula espinal)
De la ciencia Oculta, un bosquejo (GA 56)
Traducción propia:
Lo que requiere el pensamiento humano para el desarrollo espiritual es, sobre todo objetividad. En el mundo físico sensible la que se convierte en la gran maestra que se encarga de mostrar lo objetivo al Yo humano es la vida.
En el caso de que alma dejara vagar sus pensamientos, inmediatamente se vería obligado a corregirlos para evitar entrar en conflicto.
Desde el momento en que el hombre aparta su atención del mundo físico sensible, carece de la corrección que esta le aporta. En el caso de no hacerlo caería en cierta fatuidad
Por esta razón, el pensamiento del discípulo debe ejercitarse para que él mismo pueda fijar su dirección y objetivo. De manera que pueda adquirir la suficiente fuerza interior para quedarse concentrado con atención exclusivamente en un objeto concreto.
Por eso para los ejercicios de pensamiento no se deben proponer objetos complicados, sino sencillos y cercanos.
Aquel que consiga diariamente dirigir su atención y mantenerla centrada, al menos cinco minutos, alejando todo aquello que lo distraiga en un objeto cotidiano (por ejemplo, un alfiler o un lápiz) habrá dado un gran paso en esa dirección.
(…)Todo pensador que quiera avanzar en cualquier ciencia debería practicar esta actividad, puesto que si se es capaz de fijar su atención habrá logrado pensar de forma adecuada
A modo de ejemplo uno puede realizarse las siguientes preguntas
¿De qué partes está compuesto? ¿Qué elaboración requieren los materiales? ¿Cómo se unen posteriormente? ¿Cuándo fue inventado el lápiz? Etc., etc.
Aquel que se realice estas preguntas se ajustará mucho más a sus representaciones que el que piense en el origen de la humanidad. Se aprende más con estos sencillos ejercicios del pensamiento para formarse una representación adecuada acerca de los desarrollos planetarios de Saturno, Sol y Luna que con una disertación complicada de ideas doctas. Porque, en un principio no se trata de pensar esto o aquello, sino que se trata de pensar de forma adecuada mediante una fuerza interior.
Alcanzada esta objetividad en un ejercicio en un proceso físico sensorial fácilmente comprobable resulta sencillo, posteriormente, poder hacer o mismo en el mundo de las leyes y de lo suprasensible. Y de esta manera se acostumbra uno a no dejarse distraerse por enjambres de pensamientos involuntarios.
En (Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores)
Traducción propia:
Lo primero a alcanzar por el que quiera recorrer el camino de la iniciación será la posibilidad de regular su hilo de razonamiento, en el llamado control de pensamiento.
Así como la flor de loto de dieciséis pétalos se desarrolla mediante pensamientos verdaderos y significativos, la de doce pétalos se mustia cuando aparecen pensamientos de forma casual y liosa. Cuanto más se sea capaz de alejar lo ilógico del hilo de pensamiento más se desarrollará este órgano de percepción.
De esta forma cuando la persona que está en su camino de iniciación escucha algo equivocado ha desarrollado una percepción para solo dejar penetrar en su cabeza lo correcto. De esta forma no tendrá que despegarse de su entorno para continuar su desarrollo. Tampoco será necesario tener el anhelo de corregir todo aquello que considere incorrecto. Desarrollará una capacidad para dirigir y colocar ordenadamente los pensamientos que alborotados penetran en su cabeza y se esforzará por mantener la dirección correcta de sus pensamientos
El ejercicio de control del pensamiento en la práctica
Aquí se explica como llevar a cabo el ejercicio de control del pensamiento.