La devoción en la meditación
Rudolf Steiner indica desde el primer momento el importante papel de la devoción en la meditación.
en su libro Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores.
La devoción como condición espiritual
Existe una condición previa a saber, disposición fundamental del alma, denominada en la ciencia espiritual el camino de la veneración, de la devoción hacia la verdad y al acto del conocimiento. (…) esta es una
disposición fundamental puede llegar a ser discípulo de la ciencia oculta.
(…) Si no cultivamos en nuestro interior un profundo sentimiento de que existe algo superior a
nosotros, no podremos desarrollarnos hacia este nivel superior.
(Cómo se alcanza el conocimiento de los mundos superiores.)
Ver lo que no se veía antes
Esta veneración es capaz de poner en marcha fuerzas espirituales que abren un «ojo espiritual» que hace que se puedan ver cosas que antes no se veían y comprender aspectos que antes no se podían relacionar.
Compasión y empatía
Mientras que nuestros sentidos nos conducen hacia una visión polar de simpatía y antipatía que nos dan un aspecto limitado de la realidad, la compasión y la empatía, aunque Steiner nos la denominara de esa forma ya que esos términos no se conocían, son dos formas de amor espiritual que permiten ampliar la captación.
Ejercicio de veneración
Kühlewind mostró un ejercicio de meditación con la ampliación de la veneración:
Se comienza por la observación de una piedra sencilla. Tras unos minutos de mirarla se cierran los ojos tratando de crearse una representación lo más fidedigna posible en el alma.
Posteriormente, se trata de despertar agradecimiento y devoción hacia aquel guijarro, por el hecho de formar parte del suelo que nos da sustento, por su belleza, por su antigüedad, etc…
Ahora se contempla como se mira esa piedra. Posiblemente haya desaparecido la percepción abstracta de ella y aparezca una mirada que nos aporta mucha más información del mineral. Es como si hablara y viésemos sus aristas y sus facetas de una forma más clara. Y, no solo del mineral al que miramos, sino también obtenemos una visión mucho más clara de nosotros mismos.
Mirar el mundo con veneración
De forma análoga a como se ha hecho con la piedra, mirando el mundo con veneración podremos llegar a la verdad.
Suspender el juicio
Este camino de nuestra alma hacia el conocimiento real y la certeza requiere de suspender nuestros juicios inmediatos, esos que hacemos basándonos en creencias y en subjetividades.