Ejercicio meditativo completo para las mañanas
En sus Ejercicios del alma (GA 267) Steiner da un ejercicio meditativo completo para las mañanas en cuatro pasos.
Ejercicio meditativo completo para las mañanas en sí
1. Aum
Pronunciar el sonido AUM (OM) dejándolo vibrar en todo el cuerpo.
2. Elevación al Yo superior
Dice Steiner
No se trata de elaborar planteamientos acerca de que es ese Yo superior, sino de elevar mis sentimientos hacia él de una manera muy viva con la sensación de que uno posee una naturaleza superior- Como si nuestro yo común fuera una capa que envuelve a ese Yo superior que es nuestro verdadero núcleo.
Una vez habiendo instalado este sentimiento se medita con el pensamiento sin decir en voz alta
Más brillante que el sol
Más puro que la nieve
Más tenue que el éter
Es el Yo
El espíritu en mi corazón
Este Ser propio, soy Yo
Yo soy este ser propio
Se encuentra aquí también en su versión alemana
Mientras se medita esto de forma exacta no ha de entrometerse ninguna otra representación. Nuestra mirada anímica ha de sentirse dirigida únicamente a nuestro Yo superior. De las palabras de las frases de la meditación brotará una fuerza, como si el alma poseyera alas, continuar así tres minutos más
3. Meditación contemplativa del mantra «Luz en mi camino»
a) 14 días «Antes de que mis ojos puedan ver han de adaptarse a las lágrimas»
b) 14 días «Antes de que mis oídos puedan oír han de disminuir su sensibilidad«
c) 14 días «Antes de que la voz de los maestros pueda hablar, estos han de haber olvidado por su herida«
d) 14 días «Antes de que el alma pueda estar delante de ellos ha de haber regado con la sangre del corazón sus pies.»
También procurar en esta meditación impedir que penetre ningún pensamiento en el alma, y algún día con paciencia aparecerán nuevos pensamientos. Para ello, se deberá favorecer el silencio en el alma, quedarse como ciego y sordo hacia las impresiones sensoriales y hacia las imágenes memorísticas. Otros tres minutos
4. Entrega devocional al ideal digno de ser venerado
Entrega absoluta y devocional a nuestro ideal más preciado. Tratando de despertar un ferviente anhelo de fusionarse con la divinidad.