Una especie de oración
Esta meditación que propone el propio Rudolf Steiner es una especie de oración, que nos une con aquellos que la estamos realizando y con el mundo y lo que este necesita en estos momentos..

Aparece descrita en su GA 259, aunque ha sido tomada en la versión que nos ofrece Thomas Mayer
Contacto con nuestro ángel personal
Tratamos de dar forma en nuestra conciencia de que estamos presencia de nuestro ángel,. Este siempre está detrás de nosotros, pero si no lo llamamos pasará inadvertido para respetar nuestra libertad.
Ahora apelamos a él y podemos sentir como coloca suavemente sus manos sobre nuestras cabezas, dándonos fuerza, justo aquella que necesitamos.
Uniendo nuestros ángeles en presencia del arcángel
Ahora podemos sentir como por encima de mi cabeza sobrevuela, mi ángel y como de manera análoga lo hace sobre la cabeza de las demás personas que están meditando conmigo.
De tal manera que se forma un círculo de ángeles que danzan en conjunto sobre nuestras cabezas. Ellos unen nuestras almas y nos aportan el coraje que necesitamos. De este coraje, el arcángel (Espíritu de nuestra Época) forma un cuenco, un cáliz.

El Archai
La luz de la sabiduría nos es regalada por los sublimes seres de los Archai que no pasan a formar parte de esa danza, sino que se manifiestan viniendo desde el comienzo de los tiempos y desaparecen en las lejanías del espacio. Solo sobresalen en forma de pequeña gota en este espacio.
De esa manera, en ese pequeño cáliz-cuenco de valor cae una gota de este espíritu del tiempo que obra y manifiesta la luz de los tiempos.

