Meditaciones de adviento

Herbert Hahn recibió de Rudolf Steiner una serie de meditaciones para poder acompañar las cuatro semanas de adviento.

Cuatro meditaciones de adviento

Primer domingo

En la primera semana de adviento el hombre, tras una larga lucha interior, debe madurar para estar dispuesto al sacrificio, al servicio y al amor.

Deberá verse a si mismo con su ojo interior y vivir cada día con el anhelo del Nacimiento.

Yo me consagro al servicio del Espíritu del Amor, de Aquél espíritu que quiere nacer en mí. Los pensamientos se dirigen al Cristo que va a nacer en un ser humano.

Segundo domingo

El hombre empieza a buscar y en ella encuentra que no puede hacer nada solo. Por eso, él prepara su corazón para que pueda entrar lo divino, pues si yo disminuyo lo negativo, habrá espacio para lo divino.

Tercer domingo

El ser humano busca la verdadera realidad que reside en el Espíritu. La clave de esta realidad y de cualquier conocer espiritual es el sacrificio. La voz del silencio dice: no quiero hacer sufrir a nadie. Quiero perdonarlo todo.

Cuarto domingo

El hombre ha encontrado el camino, y se prepara para recorrerlo. Esto significa el dominio del cuerpo físico. Así podrá despertarse el Hijo de Dios en el Hombre.

La aspiración en esta época es hacer visible el Reino de Dios en el mundo a través de uno mismo, a través de la actitud y el obrar propio.

Somos portadores de este Reino Espiritual

 Las etapas del Adviento son grados de conciencia en el alma.

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