Introducción a meditar la Filosofía de la Libertad

Una vez le preguntaron a Rudolf Steiner que quedaría dentro de unos siglos de su ingente obra. A lo que él contestó que lo que perviviría y seguiría en vigor sería su Filosofía de la Libertad y, que todo lo que habría de escribir después (recogido en más de 300 volúmenes) ya se encontraba recogido en ella. Obviamente, esta obra no es un texto de sencilla lectura, porque no está escrita para ser leída, sino que requiere ser vivida, sumergirse en ella, meditar cada uno de sus capítulos, páginas, párrafos, frases e incluso palabra a palabra.

¿Por qué cuesta tanto la Filosofía de la Libertad?

En muchas ocasiones la aproximación a esta obra compleja se ha realizado tratando de hacer más accesible su contenido, explicando algunos de los términos que Rudolf Steiner presenta, encuadrando las tesis de filósofos que Steiner alude para apoyarse en ellos o para rebatirlos. De esta manera, el texto se hace alcanzable para una persona sin unos conocimientos tan profundos en materia de filosofía.

No es la intención, ni remotamente, criticar esta forma de abordar el texto; ojalá la Filosofía de la Libertad se convirtiese en un libro leído y puesto en práctica por un sinnúmero de personas.
Pero, desde aquí, pensamos e intuimos (con todo el peso de estos dos conceptos) que se puede ofrecer otro camino al de la simple lectura. Y es el de trabajar meditativamente el texto.

De hecho la pregunta que surge es si la lectura de la Filosofía de la Libertad resulta la mejor manera de aproximarse a ella.

Entendemos que la Filosofía de la Libertad es un camino propuesto que trata de acompañarte en el camino de elevar la conciencia. Por eso, Steiner marca un itinerario definido hacia el Pensar libre en el libro que se convierte en texto, guía, ejercicio y fuente de inspiración e intuición y, sobre todo en experiencia, al mismo tiempo. Es un libro que «trabaja desde dentro»; una vez leído requiere ser digerido y es esa elaboración propia lo que hace vivir ese texto y abrazarlo como verdad intuida.

(Segundo apéndice de la edición de 1918)

Desde esta perspectiva la lectura en la que hay un sujeto perceptor (lector) y un objeto a conquistar (libro) hace que la simple lectura no sea el camino ideal para la filosofía de la libertad.

La idea de itinerario, mencionada anteriormente, queda expuesta en varias de las conferencias de Steiner. En ellas indica que lo que aparece en una determinada página de su libro no podría haber sido leído cincuenta páginas antes, puesto que no se habría podido comprender, (aprehender) y por tanto, no se podría haber hecho propio.

Esta necesidad de elevar la conciencia y de un cambio de perspectiva en la contemplación del hombre puede leerse desde el comienzo en el prólogo dela nueva edición de 1918 (24 años después de su primera publicación). En ese momento Steiner ya ha presentado su nuevo camino de ciencia espiritual y fundado la antroposofía, cuyas bases, como ya se indicaba anteriormente, hunden sus raíces en la Filosofía de la Libertad.

En este primer párrafo encontramos

La segunda pregunta es acerca de la libertad que se abordará de nuevo en la meditación del primer capítulo.
Desde esta intricada primera frase del libro se nos apela a encontrar esa contemplación (concepción, Anschauung) del ser humano elevando la conciencia.

Buscar ese lugar dentro de nosotros se convierte así en la primera meditación en el camino de la Filosofía de la Libertad.

Uno medita para ser y de manera radical, solo se es mientras se medita. (Francisco Durango)

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