Texto de Steiner acerca del conocer libre de lo sensorial
Aquí presentamos la traducción de un texto de Steiner acerca del conocer libre de lo sensorial de su GA 28, el cuso de mi vida
Si vivo con mi alma en representaciones que se forman en el mundo de los sentidos, entonces en la experiencia directa sólo podré hablar de la realidad de lo que he experimentado mientras esté observando sensorialmente una cosa o un proceso. El sentido me garantiza la verdad de lo que observo mientras observe.
Pero esto no es así cuando me uno mediante un conocimiento ideal-espiritual con seres o a procesos del mundo espiritual. En ese caso se produce mediante la observación individual la experiencia directa de la existencia de lo percibido más allá de la duración de la observación.
Si, por ejemplo, uno experimenta el «Yo» del ser humano como su más íntimo ser interior, entonces se puede llegar a conocer en la experiencia de percepción que este «Yo» era antes de la vida en el cuerpo físico y que será así después de ella. Esta experiencia que el Yo revela directamente, es similar a la de la observación física de una rosa que muestra su color rojo en la percepción directa.
En una meditación, llevada a cabo desde la necesidad espiritual vital interior, se va desarrollando cada vez más la conciencia de un «hombre espiritual interior», que puede vivir, percibir y moverse en lo espiritual desprendiéndose completamente de su organismo físico. Este hombre espiritual interior autosuficiente entró en mi experiencia meditativa. La vivencia de lo espiritual experimentó así una enorme profundización .
Se puede captar, mediante auto-observación que el hecho del conocimiento sensorial se produce a través del cuerpo, Pero, también la experiencia del conocer-ideal sigue quedando ligada al organismo.
Una observación del propio conocer nos muestra lo siguiente: Para el conocimiento sensorial el acto individual de cada conocimiento está ligado al cuerpo, mientras que en el caso del conocimiento ideal-espiritual, el acto en si no depende del organismo. Sin embargo, para que este aprendizaje pueda desplegarse se requiere que el organismo esté vivo.
Pero existe un tercer tipo de conocimiento en el que para que el hombre lo adquiera, ha de estar tan liberado de su organismo físico de forma que este pareciera no existir.