Las doce noches Santas

Introducción

Durante muchos años he tratado de vivir plenamente las 12 Noches Santas con muchas y variadas experiencias. 

Tanto en mi biografía, como en las de personas que me han compartido su vida por mi profesión he podido comprobar los cambios que nos conducen a volver a conectarnos con el Yo esencial. Por tanto, también he experimentado que si unos las vive con cierta conciencia, no son noches fáciles. Trastornos de sueño, muchos sueños que llegan hasta nuestra cama y que tratan de sacarnos, en ocasiones de manera no siempre agradable o cómoda, de los “derroteros desviados” que llevaba nuestra vida inconsciente.

El presente texto no pretende ser más que compartir mis experiencia. Ni mucho menos pretende ser una guía, pero si la orientación de, como diría Steiner en su prólogo a la filosofía de la libertad, y, valga la cita, de uno que aspira a buscar el camino a la verdad. 

Este texto y el que sigue de todas las noches ha sido vivido y experimentado por el que suscribe, aunque eso no sea más que fruto de mi experiencia quiero compartirlo, por si a alguen pudiera serle de utilidad. 

Son tan importantes que la palabra alemana de “Navidades” , “Weihnachten” se podría traducir literalmente como Noches bendecidas, consagradas o Noches Santas.
Lo qué resulta una evidencia es que en este tiempo de aparente calma en la tierra en el hemisferio norte. Donde la naturaleza parece estar durmiendo, las noches más largas y frías, nos encontramos más cerca del mundo espiritual. 

En palabras de Rudolf Steiner a Herbert Hahn:

Estas noches, las más oscuras del año, tenemos más cerca al Sol del Espíritu. Lo cual significa que el Sol Espiritual brilla desde adentro de la Tierra. Trasluciendo todo, pero desde adentro, no como después, cuando ilumina la Tierra desde lo alto.

El 1 de Enero a las doce del mediodía tenemos al Sol lo más cerca posible de la Tierra y es por eso justamente que hay cinco y medio días antes y cinco y medio días después del tiempo de las 12 noches santas.

A lo largo de todos estos años he seguido varias sugerencias; es innumerable el repertorio que a este tema ha dedicado la literatura antroposófica; (las indicaciones dadas por Steiner a Herbert Hahn, explicadas maravillosamente por Consuelo Stangarone en esta joya de vídeo) que proponen un camino pero finalmente me he quedado con el orden que aporta Prokofieff, y otros investigadores del tema, y que va desde Piscis hasta Aries.

Trataré de explicar porqué he elegido esta vía.

De Jesús al Cristo

Para argumentar mi elección me valdré del título de un libro que recoge las conferencias dadas por Rudolf Steiner en Karlsruhe del 4 al 14 de octubre de 1911.

En estas noches se trata de poder vivir, más allá de los pensamientos, de verdaderamente experimentar esa transición que fue la que trajo el misterio del Gólgota.

Pasar de la mera existencia a contactarnos con nuestra esencia. Tratar de poder celebrar con toda nuestra entidad de haber sido creados a poder convertirnos en verdaderos creadores. Pasar de sobrevivir en nuestra existencia a poder ser los autores de nuestras vidas a poder escribir nuestra vida (biografía). Es llevar a cabo muchos de los proyectos y encontrar el propósito de vida con el que bajamos a la tierra. 

El único que puede darse realmente Existencia es el Yo, el Yo soy tantas veces repetido en el Evangelio de Juan,

Se trata de poder meditar que es la verdadera forma de aprehender, conocer ese camino. En este peregrinaje, el más importante y profundo de nuestra vida se han implicado desde el comienzo de nuestra existencia todas las jerarquías espirituales y noche a noche se puede vivir la contribución que ha hecho cada una de ellas para crear su apuesta, como diría Rudolf Steiner y constituir la décima jerarquía el HOMBRE que viene a conquistar la libertad desde el amor.

No consiste solo en doce noches de meditación, sino en el poder pasar esta transición entre la existencia y la esencia que coincide con la transición de un año natural a otro, por lo que también se va a poder vivir en estas meditaciones todo el zodiaco, cuyas fuerzas repartidas a lo largo de todo el año se pueden vivir en estas doce noches.


Indicaciones concretas (En cursiva las dadas por Steiner a Herbert Hahn)

Hay que entrar a estas 12 Noches Santas muy despierto y con mucha consciencia.

Sólo en la primera noche (24) hay que estar despierto hasta la una o las dos de la madrugada. En las otras noches, acostarse en lo posible regularmente, a la misma hora de siempre.

En el ritmo navideño que solemos acostumbrar en nuestra época y, en concreto en España, con las celebraciones familiares, de compañeros etc., esto es difícil, por lo tanto, al menos hay que intentarlo interiormente. Quien no puede guardar silencio en el rito exterior, debería procurar permanentemente ser consciente de la santidad de la época. Sobre todo, hay que cumplir también los deberes sin perder su realización en un tiempo sagrado.

No hay que permitirse así mismo nada feo, ningún movimiento feo en el alma, siempre ser severo y disciplinado con uno mismo.

Durante la vivencia de la Navidad, con sus 12 Noches Santas, ponemos la semilla para los próximos 12 meses del año. Por esto son estos 12 días tan importantes. Si por ejemplo si nos caemos en el primer día, ponemos una semilla, la cual en el primer mes germinará negativamente en la sangre.

Tenemos que intentar pasar los 12 días Santos correctamente, según la Ley, porque necesitamos cada año para trabajar en nuestro renacer, y no debemos perder ningún año.

Como el nombre de esta página indica es un lugar de meditación. Existen, como ya se ha mencionado anteriormente, un sinnúmero de propuestas para vivir estas doce Noches Santas. Aquí solo propondremos la meditación desde los mantras dados por el zodiaco y desde otras frases que podrán ser trabajadas desde la imaginación, la inspiración y la intuición.

Décima Noche Santa 2-3 de Enero
Decimoprimera Noche Santa
Decimosegunda Noche Santa

Última Noche Santa

error: Content is protected !!